La ciudad de Pucón ubicada sobre la costa oriental del bello lago de Villarica se destaca por ser el balneario lacustre más importante de Chile, con una gran actividad de temporada en la época estival. En su entorno tiene una variedad de atractivos turísticos que complementan sus playas sobre el lago, como centros termales y centros de esquí entre otros. El área rural posee el atractivo de conos volcánicos siempre nevados, bosques de castaños, robles, encinas y coníferas, y gran cantidad de torrentosos ríos cristalinos repletos de cajones saltos, hervideros, cascadas y rápidos.
Historia
Pucon es un centenario destino turístico, nacido al alero de colonos europeos, especialmente alemanes, llegados a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. En sus comienzos, fue establecido como asentamiento del Ejército para resguardar las fronteras y como parte de la pacificación de la Araucanía. Es así, como el 27 de febrero de 1883 el Ejército de Chile instala un fuerte, luego de haber emplazado otros en Paillin (actualmente Palguín) y Maichi. La convivencia entre nativos y los colonos, hace fructificar a la ganadería y a la explotación de bosques como las principales actividades económicas de los primeros años. Comienza su desarrollo turístico en plenitud en la década de 1930, con la construcción del Gran Hotel Pucón por parte de Ferrocarriles del Estado. Que viene a acompañar a los pequeños hoteles y residenciales ya existentes (La Posada, Acevedo, Playa, Gudenschwager y Suiza). Luego en décadas posteriores se incorpora a la oferta hotelera el Hotel Antumalal con su construcción vanguardista y privilegiado entorno, fundado por Guillermo y Catalina Pollak, de origen Checo, llegados a Chile a fines de los 30. El origen del nombre Antumalal proviene del Mapudungún y significa "Corral del Sol".
Turismo
Pucón, destino turístico conocido como la capital del turismo Aventura, permite realizar preferentemente en verano excursiones tales como caminatas, trekking, ráfting, canopy, kayakismo, cabalgatas, avistamiento de aves, y pesca deportiva. Debido a su entorno natural privilegiado, cercano a volcanes, lagos, parques nacionales y termas, es un destino que permite realizar turismo todo el año. Así también en invierno y primavera, se puede practicar esquí y snowboard en las pistas del volcán Villarrica, para terminar en la tarde, en las termas, en sus piscinas al aire libre, en medio del bosque. Existe una veintena de agencias de turismo que se ubican preferentemente en la avenida principal o cercanas a ella, donde los turistas pueden adquirir los servicios para los diferentes Tours.
Arquitectura
Hotel Antumalal
Sobre un alto promontorio rocoso que domina todo el lago, entre jardines, terrazas, rocas volcánicas y montes, está Antumalal, "corral del sol" en mapudungún. Un armonioso y alegre conjunto de arquitectura de estilo (moderno) Bauhaus. Una construcción alargada, básicamente de hormigón y vidrio, de paredes rojas e inmensos ventanales con interiores de madera natural, alfombras blancas y chimeneas donde se respira calidez, simpleza y elegancia.
El uso decorativo de la madera como revestimiento de muros y también como fuente de objetos, en especial en el caso de los troncos de árboles nativos que se usan para mesas y lámparas, sillones y muebles de fierro y cuerda en general, con un marcado estilo único de Antumalal. Un gran ventanal en cada habitación reemplaza el televisor. El lujo es el paisaje de este rincón privilegiado de la naturaleza.
La construcción de Antumalal se inició en el año 1945 y demoró 5 años. La idea fue concebida en conjunto entre Guillermo, Catalina Pollak y el arquitecto chileno Jorge Elton, recién egresado de la escuela de arquitectura de la Universidad Católica de Chile. En esta fecha la influencia del estilo Bauhaus tocaba las raíces de una nueva generación de profesionales.
El hotel se construyó en un terreno que fue agreste e inhóspito, con muchas rocas y a 2 km de Pucón. Era un sitio sin gracia que la original arquitectura transformó junto a un hermoso jardín que rodea el estilizado hotel.
Hotel Antumalal hoy en día, representa un tributo hotelero turístico para la zona de Pucón y sus alrededores, habiendo marcado el paso pionero en el desarrollo de Pucón como centro de turismo.
La Plaza de la Artesanía de Pucón
Se trata de replantear espacial y conceptualmente la feria de artesanía ubicada en un lugar privilegiado de Pucón.
De propiedad del Vicariato Apostólico de la Araucanía, el terreno, a media cuadra de la plaza, merece ser un espacio público de encuentro, natural, de intercambio, y sana convivencia ciudadana.
Se propone entonces una plaza con caracteristicas similares a las de la Exponativa 2008 (de incuestionable éxito comercial y de encuentro fraterno - ver EXPONATIVA 2008 y MAS SOBRE LA EXPONATIVA).
La feria antigua, construida en forma tradicional, con cerchas de madera, desordenadas y techo de Zinc, creaba espacios oscuros y lúgubres.
Una vez puesta en su lugar se colocaron los pilares centrales, con los anclajes de sujeción el las cumbreras
Para refrescar los dias muy calurosos se instalaron dos rociadores de agua en las cumbreras
Los muebles se hicieron con placas de OSB, colihues y revestimiento de barro con paja de trigo.
Se plantaron especies nativas, Canelos (árbol sagrado para los Mapuches) Coihues, Raulíes, Boldos, y algunas plantas ornamentales, como rododendros, azaleas, membrillos de flor, etc.
Una "plaza-bosque" o una plaza como en el bosque, protegida con una membrana (arquitectura Textil) de dos cumbres, como el volcán Llaima.
Termas Geometricas
Bañarse en una terma, tal vez sea la mejor actividad que se puede haceral aire libre con gusto todos los días del año, porque está en su plenitud en el frescor del bosque si es verano, o si amanece, llueve, nieva,
o empieza a oscurecer; las Termas Geométricas aprovechan sesenta
y tantas fuentes de pura agua caliente termal, que suman más de
15 litros por segundo y que brotan naturalmente a 80° de temperatura,
en una quebrada antes inaccesible, en medio de los bosques nativos
del Parque Nacional Villarrica, en el kilómetro 13,5 del camino
que cruza el parque entre Coñaripe y Pucón.
Para bañarse a gusto, se tallaron 20 pozones a lo largo de 450 metros
de quebrada, en medio de la naturaleza brutal, a los que se llega
por una pasarela de madera de coigüe teñido de rojo;
una rampa contínua sin peldaños, que permite recorrer la quebrada
con confianza, y dispersarse entre los pozones, para elegir un rincón
mas o menos privado para bañarse, sin tropezar de noche
gracias a la luz de las velas, ni resbalar en el hielo o la nieve
que se derriten con el agua termal que entibia la pasarela
corriendo por debajo en unas canoas de madera que la distribuyen
a todos los pozones.
Hay un quincho construido con pura madera de coigüe ensamblada,
sin clavos, invita a sentarse a conversar después de bañarse,
en un espacio cubierto y tibio, alrededor de un gran fuego abierto.
Esta experiencia quizá llega a su esplendor,
porque la arquitectura de lo construido, tosca y precisa,
permite despreocuparse, y gozar el placer de bañarse o mirar. 
La geometría destaca lo que es natural, y lo separa de lo construído.
Esta arquitectura distingue al lugar, y quizá lo hace irrepetible.
